domingo, 12 de julio de 2009

Sobre desveladas, etiquetas y otros blogs.

Estaba pensando en que quiero una ilusión de medio día. Una que dependa otra vez de las miradas y ya no tanto de las letras que se escriben y se leen detrás de un monitor durante una desvelada.

Qué mejor si ocurre en miércoles, viernes o domingo en medio de una comida familiar.

Son las tres de la mañana y no he podido dormir. Estaba pensando en la necesidad de que mis desveladas tengan un sentido. Cuando vivía en la ciudad de las canteras rosas, me dedicaba a estudiar y realizar mis trabajos por las noches. A las cinco de la madrugada escribía un poquito en mi diario.

Me levantaba de la silla, me arreglaba y me iba a la escuela. En aquél entonces mis desveladas me permitieron concluir una licenciatura, porque en las tardes me dedicaba a ver la vida a través del balcón, a contemplar la lluvia, a cantar en voz bajita y a escribir cartas de puño y letra. Mi tía me sugirió varias veces que consiguiera un trabajo como velador.


Ahora me estoy desvelando en busca de un blog que me permita quedarme leyendo toda la noche y lo encontré. Su autor es León, me ha gustado la forma en que relata sus historias románticas. Su página es un tributo al amor, describe las cosas tan naturalmente que en momentos imaginas que estuviste ahí. Las etiquetas muestran la lista de mujeres que han ocupado sus sueños y no pude evitar pensar, que todos -casi- tenemos una lista de personas que en cada etapa de nuestra vida ocuparon un lugar especial.

De inmediato busqué la etiqueta con mayor cantidad de entradas, leí la historia completa. Pensé en mis propias etiquetas, en lo que yo podría escribir y sobre quién lo haría. Y el recuerdo te trajo a mi mente, pero ya sin lágrimas, ni suspiros, aunque sí con la mayor cantidad de post escritos.

Si tuviera intacto el recuerdo de un beso maravilloso, así como el que León le dió a Priscila el día que se hicieron novios, seguro que lo insertaría aqui --> Lástima porque, si algún día besé a alguien, ya no me acuerdo lo que sentí.


7 comentarios:

  1. Comparto mucho de lo que aquí escribes. Demasiado.

    Quienes nos desvelamos tenemos mas tiempo disponible y no siempre es fácil de llenar, mas cuando hay faltantes por dentro.

    Yo he encontrado que escribirle a mis seres queridos es muy efectivo, aunque hay días que no se prestan para eso.

    Este es un tema del que se puede hablar tanto!

    pero sabes?, es bueno saber que hay otros como uno, procuraré pasar por aquí a leerte con frecuencia.
    nos vemos.

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  2. Otro desvelado: Eso de "más cuando hay faltantes por dentro" me dejó cinco minutos mirando al vacío...

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  3. Me agrego a ese club de los desvelados, más cuando el silencio es el compañero y la luna nos muestra un filme de 12 hrs. que siempre logra hacernos recordar.

    saludos

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  4. otro desvelado... A MI TAMBIEN

    amiga... voy para alla, no sin antes decirte que pienso que si lo recuerdas, y lo reviviras cuando llegue el momento. si, estaria bien una ilusion de medio dia, pero que tiene que ver la reunion familiar en todo esto?

    saludos!

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  5. Leo a León... y cuando lo hago, siento muchas cosas. Pienso que recordar es volver a vivir, pero también, pienso en como las actitudes humanas y las patéticas relaciones, ensuciaron, contaminaron y borraron muchos de los recuerdos bonitos que podrían hacer un gran blog como el de León (o incluso como éste)

    Saludos Y!

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  6. Hola! gracias por tu visita y me quedé leyendo tu blog, esta muy bueno, me gustó y quiero agregarme como un seguidor tuyo, si no tienes incoveniente, va? Además te voy a poner en mi lista de blogs que constantemente leo.
    Abusando de tu confianza, puedo invitarte a que te unas con nosotros (Abril y aquí tu humilde servilleta) al intercambio de post? Andalé serías para Abril y para mi, un honor contar contigo, va?

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  7. Creo que tu post se me quedó guardado en la mente cuando estaba leyendo y pensé que tendría que postear sobre ello.

    El desvelo nos sirve de cobija a los que deseamos, a los que buscamos y a los que no nos decidimos entre retener o dejar ir.

    Un abrazo!

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