jueves, 19 de agosto de 2010

domingo, 15 de agosto de 2010

Noches en vela

Hoy conté muchas de las cosas que no pude -o no quise- contarle a nadie hace unos años. Era tan necesario para mi. Sentí nostalgia de recordar tantos episodios que ya ni vale la pena traer a la memoria. Me dí cuenta de que siguen siendo algo importante, aunque ya no haya cariño, afecto o amor de por medio. Cuando llegué a la casa después de cuatro horas de hablar y hablar...siendo noche de sábado, me puse a leer cosas que hace mucho no leía. Letras que ya no debería guardar.

De repente sentí mucho gusto por pensar que esas letras ya no me duelen tanto, gracias a las letras que ahora tengo y que a veces me hacen soñar... Y me puse a esperar, largo rato. Esperar como siempre hago. Como he hecho toda mi vida. Esperar a que alguien tenga ganas de hablar conmigo. Estar aquí, para cuando él quiera. Y después de pensarlo un poco, me doy cuenta, que las cosas no han cambiado en nada. Todo sigue igual que antes y que siempre.

Estoy muy cansada. Me cansé de esperar por alguien que siempre me ha querido a medias. Harta de dar todo, por alguien que nunca está seguro de lo que siente y que siempre me pone a mi, por debajo de lo que sienten o quieren otras personas. Cansada de repetir esquemas y de encontrar personas que "me quieren mucho, pero no lo suficiente" y que para colmo, cuando se dan cuenta de esa escasez de cariño, proponen vivir una maravillosa amistad con una persona tan "linda" como soy yo.

Cómo quisiera disfrutar de una caminata, sin pensar en nada, ni en nadie que no sea yo. Emprender algún proyecto o sueño que sólo fuera mio y que me implicara sólo a mi. Dar todo por ese sueño. No dejarlo hasta verlo convertido en una realidad. Esta noche no puedo dormir, como muchas otras. Me siento abandonada, pero sobretodo muy cansada de que todo sea igual. Tengo una fuerte necesidad de hacer un cambio radical en mi vida, algo que aunque me duela, sea definitivo y no tenga retorno. Me duele no poder plantearme un solo sueño en el que no intervengan otras personas. A estas horas de la madrugada veo conectados a varios contactos del messenger y me pregunto qué puede ocurrir en sus vidas para estar despiertos a esta hora. Creo que cuando uno permanece en vela tanto tiempo, pierde la capacidad para dormir...y también para soñar...aún cuando se está despierto.

jueves, 5 de agosto de 2010

Crónica de una noche con cólico menstrual

1.40 a.m.
Después de insistirte que te vayas, en cuanto veo el "No conectado" siento poquito raro.

1.45 a.m.
Recapacito no tienes la culpa de mi mal humor, te mando un mensaje. Ofreciendo una disculpa.

1.50 a.m.
Me respondes el mensaje.

1.51 a.m.
Te contesto...

1.55 a.m.
Pienso que tal vez ya estabas dormido cuando te llegó el mensaje.

2:00 a.m.
Me pregunto en qué estaba pensando cuando te dije que te fueras, si era obvio que yo quería seguir conversando.

2:05 a.m.
Me pregunto por qué te fuiste si tampoco tenías ganas de irte....o ¿si tenías ganas ya de irte?

2:10 a.m.
Me pregunto por qué ya tenías ganas de irte.

2.18 a.m.
Llego a la conclusión de que no tenías ganas de irte, que te fuiste porque te pedí que te fueras. Pero realmente querías quedarte, tal y como lo dijiste.

2.20 a.m.
Imagino que regresarás en cualquier instante y que terminaremos platicando hasta las tantas de la madrugada felizmente y sin interrupciones. Después dormiremos plácidamente.

2.30 a.m.
No, no regresarás. Y ya no te mandaré más mensajes.

2.35 a.m.
Ni mañana te mandaré mensajes. Ni pasado mañana. No te mandaré mensajes hasta que TÚ seas quien me mande el mensaje.

2.45 a.m.
Extraño mucho estar platicando contigo. No me puedo dormir.
¿Estarás dormido? Ay para qué te dije que no quería platicar.

2.50 a.m.
¡En serio, no me puedo dormir! Escribiré o haré algo.

3:00 a.m.
Tengo ganas de llorar.