Equivocada, otra vez.

Confío en Dios y en la casualidad de haberte conocido.  Hoy es demasiado rápido para comprender cuál fue el sentido de toda esta historia.    Sólo quiero hacer constar que nunca intentaré olvidarte,  que si lo hiciera, no lo conseguiría.    Que -otra vez- me equivoqué y tampoco  fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento.     Pero que te quise y te deseo lo mejor, aunque estemos destinados a no ser y no te merezcas una sola de estas letras. 

Códice Mendocino

En el Códice Mendocino podemos  apreciar representaciones pictográficas relativas a la educación de los infantes. 

En la imagen de la parte superior de esta lámina se ve como se castiga a un niño y niña de once años oliendo humo de chile quemado. 

En la segunda franja (de arriba a abajo) se representa en el lado izquierdo el castigo a un muchacho de 12 años que yace sobre tierra húmeda y mojada,

La voz de la experiencia

Dormir poco y comer mucho es el método más efectivo que conozco para envejecer prematuramente.  Comprobado en mí. 

Pesimismo crónico

Haga lo que haga, ya no voy a estar bien.

Quiero regresar...

pero no sé cómo...
¿De qué puedo escribir ahora?

Sucedió

No supe dónde. No supe cómo. No supe cuándo. Pero ocurrió: Perdí el interés por tener un blog.

Post procrastinado

Me relaja sacar punta a los lápices, especialmente si son de colores.

Estaba pensando que posiblemente este haya sido el mejor año de mi vida y no tengo mucho registro por escrito de las cosas que me hacen calificarlo de esa manera. No sé en qué parte de este camino dejé de sentir deseo por escribir. Creo que es mi aversión a escribir motivada por cosas buenas que pasan.